Nombre de la dinámica: Sentirse anciano

Objetivos:
1. Aumentar la percepción del joven con relación a los sentimientos y particularidades de los ancianos.
2. Aumentar la percepción del joven frente a los desafíos de enseñar al anciano.
3. Conocer aspectos inherentes a la tercera edad y cómo éstes pueden afectar al aprendizaje.

Materiales necesarios para cada joven:
- 1 par de guantes (no quirúrgicos);
- 1 par de anteojos de grado (de preferencia de un grado alto);
- 1 par de canilleras (o pesos), de 2 o 3 kg, de gimnasia;
- 1 par de tapones de oído (en la ausencia de tapones, utilizar pedazos de algodón en los oídos);

Actividades:

Mitad del grupo de jóvenes se pone los guantes, se coloca los tapones, los anteojos y, en las piernas, las canilleras (pesos).

Enseguida, estos jóvenes van a la calle, en un local razonablemente alejado del lugar del laboratorio. Estos jóvenes representan a los ancianos. Llamaremos a este grupo de jóvenes-ancianos.
La otra mitad del grupo permanece en la sala y representa a los profesores. Llamaremos a este grupo de jóvenes-profesores.
Los jóvenes-ancianos caminan desde el lugar estipulado hasta la sala del laboratorio.
Los jóvenes-profesores recepcionan a los jóvenes-ancianos y simulan una “clase” (un dictado simples o una explicación cualquiera)
Los jóvenes-profesores son instruidos a hablar lo más bajo posible y no pueden repetir lo que dijeron, en caso de que el joven-anciano lo pida.
Después de cerca de 30 minutos de “clase”, las posiciones son invertidas y los jóvenes que experimentaron el papel de anciano, pasan a ser los profesores.
Después que cada joven experimenta “cómo es ser un anciano”, todo el grupo se reúne, se discute la experiencia y se consideran las siguientes cuestiones:

- Los guantes tienen el objetivo de disminuir la sensibilidad de las manos, los anteojos disminuyen la visión, los tapones reducen la audición y las canilleras provocan cansancio o dolor en las piernas.
- De esa forma, los jóvenes-profesores comprenden y vivencian la dificultad de los jóvenes-ancianos en oír, ver y asimilar los contenidos transmitidos.

Cuestiones de la dinámica para el joven-anciano:
¿Cómo es “ser anciano”?
¿Cómo es la sensación de no oír bien o no comprender lo que se dice?

¿Cómo fue perder un poco de sensibilidad de los dedos? ¿Cómo es digitar en estas condiciones?

¿Cómo dificultó su caminada el peso de las piernas? ¿Y con respecto a su cansancio al llegar a la sala?

¿Cómo quedó su visión con los anteojos? ¿Cómo fue mirar la pantalla del computador?

¿Esas incomodidades provocaron irritación, impaciencia o alguna alteración de humor?

¿En algún momento, pensó usted en desistir de la clase? ¿Porqué?


Cuestiones de la dinámica para el joven-profesor:

¿Cómo es “ser profesor”?
¿Cómo es la sensación de no ser oído o no ser comprendido por su alumno?
¿Cuál fue su reacción al percibir que su alumno tiene dificultades para oír, ver, digitar y caminar?
¿En algún momento, tuvo usted la tendencia de digitar por el alumno o de ayudarlo a caminar?
¿Tuvo el deseo de no seguir las instrucciones dadas por el educador y hablar más alto o repetir las frases para que su alumno comprendiese mejor?
¿Esas incomodidades provocaron irritación, impaciencia o alguna alteración de humor?
¿En algún momento, pensó usted en desistir de la clase? ¿Porqué?

· Enseguida, se promueve un debate sobre las impresiones de cada uno.
· El educador acrecienta algunas informaciones sobre el universo de la tercera edad, tales como:
- Aspectos físicos: pérdida natural de visión, audición, tacto, coordinación motora, etc.
- Aspectos psicológicos: regresión, rigidez, impaciencia, reacción al proceso de envejecimiento (rechazo o aceptación), mudanzas en la sexualidad, etc.
- Enfermedades típicas de la tercera edad.
- Visión de la tercera edad en el mundo.




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